Playa de Manuel Antonio: Es la joya del parque nacional y, con razón, una de las más fotografiadas de Costa Rica. Rodeada por un anfiteatro natural de selva espesa, esta playa de arena blanca y aguas color turquesa ofrece una experiencia casi mágica. Es ideal para nadar, relajarse o simplemente observar a los monos capuchinos y osos perezosos que a menudo se ven en los árboles cercanos. El acceso es a través de un sendero dentro del parque (requiere entrada), lo que preserva su estado crsitalino.

Espadilla Sur: También dentro del Parque Nacional, pero más extensa y menos concurrida que su vecina Playa Manuel Antonio. Aquí la sensación de aislamiento es mayor y las olas suelen ser más activas, lo que la hace atractiva para quienes buscan una caminata tranquila o un baño refrescante. Desde aquí también se pueden avistar aves marinas y cangrejos ermitaños en la orilla.

Espadilla Norte: Justo fuera del parque y de acceso libre, esta playa es una de las más populares entre locales y turistas. Con más de dos kilómetros de longitud, es perfecta para deportes acuáticos como el surf, el bodyboard y el parasailing. Su cercanía al pueblo de Manuel Antonio la hace muy accesible, con restaurantes, tiendas y escuelas de surf a pocos pasos de la arena.

Biensanz: Una joya escondida entre las colinas de Punta Quepos. De acceso más íntimo, se llega tras una corta caminata por un sendero en la selva. Biesanz es una pequeña bahía protegida, ideal para nadar con seguridad, practicar snorkel o simplemente disfrutar del sol sin multitudes. Las aguas son tranquilas y en sus alrededores es común ver iguanas y mapaches curiosos. Es una excelente opción para familias o parejas que buscan un lugar más sereno.

Playitas: Ubicada en el extremo norte de Playa Espadilla, Playitas es menos conocida, lo que le da un aire más privado. En marea baja se puede acceder fácilmente caminando desde Espadilla Norte. Esta playa es apreciada por su belleza escénica, ideal para relajarse o hacer fotos espectaculares con el fondo de formaciones rocosas y la selva. Durante muchos años también ha sido una playa de encuentro para la comunidad LGBTQ+